Otrā-āda se inspira en las máscaras de objetos populares tradicionales. Slota (escoba) o Siena kaudze (un pajar), seres místicos cubiertos con altos sombreros de paja y túnicas textiles son reimaginados en forma de pabellón. La esbelta construcción de madera que se eleva por encima de los abedules con láminas de lona impregnada flotando al viento nos recuerda a las criaturas folclóricas tradicionales profundamente arraigadas en la cultura letona.
La figura arquetípica del pabellón es una reminiscencia de las estructuras cónicas de los pirts letones tradicionales. Pirts es un lugar de purificación tanto física como espiritual y sirve como fuente de energía. Los letones llevan recogiendo plantas y hierbas en los pirts para relajar el cuerpo y la mente, recuperar el equilibrio físico y emocional y deshacerse del estrés y la fatiga.
Otrā-āda invita a todos los visitantes a un festín colectivo: una experiencia compartida en torno a una larga mesa. La mesa es ajustable a distintos niveles y ofrece opciones de variabilidad espacial. Otrā-āda va de la mano de los valores de Sansusī, como la apertura, la sencillez combinada con la emoción, la aventura y la libertad. El uso de construcciones de madera, lonas y muebles reutilizados refleja el espíritu y los valores de convertirse en un ejemplo de producción cultural sostenible.
Todos los espacios de trabajo y las zonas de almacenamiento de las empresas de catering tienen techo. Los clientes del patio de comidas pueden sentarse alrededor de la mesa principal compartida con cobertura de techo. La marquesina se extiende hacia el bosque de abedules de sus alrededores para maximizar la zona de circulación de sus visitantes fuera de la superficie del pabellón. Durante el festival, la marquesina ofrece nuevos escenarios para diferentes actividades culturales y comunitarias, desde poesía slam hasta desayunos compartidos. Otrā-āda es transparente y continua, alentadora y poética, familiar y extraña.