El calentamiento global está provocando sequías más graves cada año. La escasez de agua, el agotamiento del suelo y las altas temperaturas son sus consecuencias directas y nos obligan a replantearnos nuestro modo de vida. Este proyecto responde a este problema gracias a un sistema constructivo frugal, con materiales de origen biológico y principios bioclimáticos de baja tecnología.
Para evitar una huella demasiado grande, el proyecto utiliza tres pilotes de cimentación. Estos pilotes se desarrollan de arriba abajo del edificio y sirven para alojar distintos sistemas bioclimáticos: – conductos con fluidos conectados a un sistema de reciclaje de aguas residuales – un pozo que permite ventilar y refrescar el interior gracias al frescor de las plantas del jardín – una chimenea conectada a la estufa de leña para calentar los espacios superiores.